J MUNA : Juventud Visionaria

Píldora y Moral v/s Cobardía y Miedo

Como muchos supieron, hace casi un año, el Viernes 15 de Septiembre, a las 11:00 AM, en la Plaza de Armas de Santiago, hubo una marcha Pro. Vida en contra de la píldora, en donde asistieron jóvenes desde los 14 años y también padres de familia. Una de esas tantas personas, fui yo. Fue una marcha que me hizo madurar y crecer ante temas tan importantes como éste ya que, independientemente de nuestras distintas religiones, nos unimos todos los jóvenes con un propósito en común, cual era decir un NO rotundo a la píldora.

Si lo que quieren evitar son los embarazos no deseados, de sólo darle unas vueltas al tema deberían sacar la conclusión de que "El embarazo adolescente no se acaba matando embriones", ¡sería como matar a los pobres para que se acabe la pobreza!.

"Todo ente que es concebido por dos seres humanos, es persona; por lo tanto, si está mal matarlo a los 45 años, también está mal matarlo a los 97 o 1 día después de su concepción, pues sigue siendo exactamente el mismo ser". Si el embrión es persona, hay obligación moral de respetar su dignidad y derecho de vida.

La píldora del día después lleva la muerte con todas sus letras a un ser que no puede defenderse.

Por tanto, quisiera felicitar y agradecer infinitamente a los jóvenes que asistieron a la marcha, y en especial a sus organizadores. Todos tenemos derecho a vivir y a expresar nuestros sentimientos, especialmente un embrión, quien no eligió vivir.

Para las mamás que "sufren el peligro" de un embarazo no deseado y que piensan que la única opción es tomar la píldora, sería mejor que vayan informándose, pues hay muchas otras opciones antes que matar, partiendo por la responsabilidad. Pero está la fundación San José, que acoge, acompaña y orienta a las madres e incluso se hace cargo de los niños no deseados; también existen muchos hogares para niños en los cuales se les busca padres adoptivos. Pero la mejor de todas las opciones es no esquivar los problemas, al contrario, afrontarlos por más que cueste.

Y si esa mamá que está embarazada se empeña en esconder su realidad, ¿Qué le queda? ¿Logra algo matando a un ser - su hijo -, sin saber como más tarde le remorderá terriblemente la conciencia?, pues esas cosas no se las dicen en el consultorio los promotores de la píldora.

Todo esto lo digo porque yo, teniendo ya 16 años, gracias a mi educación no me influye que la píldora sea entregada a mujeres de mi edad, pero sí me da una rabia y una pena tan grande por esas futuras guaguas, ya que ellas no optaron por la vida y, por mucho que se quiera relativizar al individualismo, ésta es una cuestión de moral.

Finalmente le agradezco a mis padres ya que si no hubiera obtenido esta gran educación de parte de ellos - también hubo muchas otras personas -, estaría perdida en las dudas.

Maria del Carmen Riesco T.
Estudiante.