domingo, 30 de agosto de 2009

Defendiendo la Vida puerta a puerta


El miércoles 26 de agosto fui invitado por la Vicaría de la Familia de la Vicaría Santiago Norte para dar una charla con respecto a los aspectos jurídicos de la famosa píldora del día después. Mis anfitriones eran un grupo de laicos comprometidos de nombre “escuela de cursillistas de colores” quienes con mucha atención y entusiasmo se adentraron conmigo en el mundo legal circunscrito a este fármaco abortivo.


El motivo de la invitación a mi persona fue muy particular, no se debió sólo al hecho de pertenecer a un movimiento pro vida en la esfera política, ni tampoco por ser un egresado de derecho interesado del tema. El motivo fue decididamente más pintoresco, alguien perteneciente a dicha vicaría me vio en la televisión el día en que junto a otros cientos de jóvenes fuimos a manifestar nuestro compromiso pro vida al Congreso Nacional, si, me reconoció cuando era desalojado –junto a muchos más– por increpar duramente a todos los parlamentarios que votaron a favor de la píldora.


Vimos durante aproximadamente una hora, los numerosísimos argumentos jurídicos que sustentan nuestra postura Pro Vida en el ordenamiento jurídico nacional, reparamos en la importancia de dejar de lado la opinión para encontrar el conocimiento científico y ojalá el filosófico, advertimos cómo se conjugan las distintas posturas pro píldora para decantar en un servilismo en pos del aborto, estudiamos muchas cosas, pero, tal vez, el que más vio fui yo mismo, vi el interés, fui testigo de la participación sana y agradecida de este gran número de personas, sorpresa que recibo cada vez que doy una charla al respecto –en cada puerta a puerta– asombro que contrasta evidentemente con la opinión publicada de que en nuestro país el aborto es una opción y felicidad que llena de entusiasmo y espero que sirva de detonante para cientos de otros jóvenes.


Por Dios, como hacen falta eventos como al que fui invitado. En las distintas organizaciones pertenecientes a la Red de la Familia y la Vida existen cientos, miles de jóvenes con todas las ganas de dar un testimonio valiente e informado de que defender los principios fundamentales de nuestra Cultura Cristiano Occidental no está pasado de moda ni es algo propio de torpes, sino todo lo contrario. Así, existen miles de lugares donde podemos ir con este mensaje claro y sencillo de “proteger la vida desde la concepción hasta la muerte natural”: a las juntas de vecinos, a las parroquias, a las organizaciones civiles, a los colegios y universidades, etc., etc., etc.
Pasa por nosotros sobreponernos a la multimillonaria aplanadora propagandística de los cultores de la muerte, porque hay dos cosas que no pueden ser vencidas: El idealismo de los jóvenes y la confianza en que lo que perseguimos es lo que nuestro Señor espera que hagamos.


Tomás Andrés Díaz Hormazábal

Presidente Juventud Muna, juventud familia y vida