Manifestamos nuestro total y más sincero apoyo a todos los médicos recién titulados y a todos aquellos que esperan cursar alguna especialidad.
En nuestro país existen tantos temas injustos y este, tabú para el discurso progre y resentido.
Consideramos un atentado a los Derechos y Garantías Constitucionales, a los derechos básicos de cada ser humano, es decir, un atentado criminal a los Derechos por Ser Humano. Sin embargo, mientras nuestra progresía gobernante siga adorando el falso concepto ddhh no esperamos una respuesta de verdad.
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Cada médico que aspira a alguna especialidad debe postular a una beca que de beca tiene el sólo nombre. Aquí, lo que denunciamos es esclavismo con todas sus letras, una conducta inmoral y decadente que nuestras autoridades toleran completamente. Reconocemos que es poco o nada lo que ha hecho la sociedad civil para evitar este nefasto abuso.
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En Chile la generalidad de las becas de especialidad son auto financiadas, es decir, no son becas. Por otro lado, el becado trabaja todo el día y bajo su responsabilidad, por lo que además debe contar con seguro de responsabilidad médica. Mejor ni pensar en si cuentan con previsión, aunque nos gustaría saberlo. Existe otra categoría de menor entidad que consiste en trabajar gratis, sin obtención de grado académico alguno, tan sólo para sumar puntos para postular luego a la beca.
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Seguir es irritante para libertarios como nosotros, en el entendido que estos hechos constituyen un atentado a los derechos mínimos de dignidad de los médicos. Claro que va a salir en nuestra contra el típico progre resentido alegando que luego un médico ganará dinero, comentario inaceptable y clasista.
En resumen, se suma otra práctica totalmente anacrónica para un país en vías de desarrollo, una expresión que atenta contra las ganas de emprender, especialmente para aquellos jóvenes brillantes y de escasos recursos, para los cuales es casi imposible siquiera pensar en estudiar medicina.
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También está el caso de los postulantes para Abogados, que tienen que esperar meses para quedar en algún consultorio estatal, trabajar 6 meses y luego esperar otros tantos por su calificación. Cómo es posible que cosas así ocurran en Chile, en este país que debería abogar por el desarrollo. Claramente el bienestar de verdad no es prioridad para la progresía gobernante. Claro está que miestras el Colegio Médico le dedique sendos reportajes a Allende, las cosas no pueden ir más mal encaminadas
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Tomás Díaz H.
Pte. Juventud Muna
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