Lamentamos profundamente la crisis de la educación escolar, crisis que se viene arrastrando desde hace ya mucho tiempo.
En cuanto a los profesores y el bono SAE, nos produce profunda tristeza ver como el monopolio del colegio de profesores se colude con el gobierno derrotista que nos rige, para engañar al profesorado con estos voladores de luz, acaso, ¿qué significa el pago de este bono, sino la compra de la conciencia? (al igual que el de 40 mil que pronto vienen), ¿acaso no necesita el profesorado aspirar a algo mucho más trascendente como un aumento significativo del sueldo? ¿acaso no necesitan urgentemente una mejora sustancial en las pensiones de jubilación, para salir de la línea de la burla?. Por muy jugoso que suene el bono, no hay que olvidar que es sólo eso, un dulce.
En cuanto a los escolares que demandan la estatización de la educación, claramente movidos por el tinte politiquero demagogo de la izquierda chilensis, también nos preocupa enormemente.
Mientras el Estado no asuma un rol distinto, la única enseñanza en que sobresalga seguirá siendo el uso del preservativo, pues es esta una de sus principales campañas hacia los jóvenes. Un estado que no enfrente a la educación con profesionalismo va destinado al fracaso, así, tiene que cortar lazos con el sentimentalismo y profesor que no actúe como tal, pues se saca a un lado. Profesionalizando el profesorado de la forma más competente es la alternativa para que coexista libremente un sistema estatal y el privado. Por supuesto que para ello deben existir incentivos y uno muy importante es el aumento significativo (tal vez sobre el doble del actual) del sueldo – ello hará que los gana-panes, compitan con los de verdadera vocación.
En resumen, la solución al problema de la educación escolar viene dada por lo siguiente:
1.- Eliminación y total reestructuración del colegio de profesores y sus directrices marxistas. Por qué no decir también, cambio de los actuales líderes del país, pues han demostrado (y pucha que se han empeñado) de que no sirven para algo.
2.- Aumento significativo de los sueldos, en conjunto con la creación de una escala de méritos que fomente la sana competitividad y el libre movimiento de profesores según resultados “objetivos”.
3.- Fiscalización sobre las entidades que imparten pedagogía, en el sentido de que cumplan con estrictos niveles de enseñanza.
4.- Cortar el sesgo ideológico, terminar con esa educación sexual inmoral y destructiva, fomentar el deporte, la vida sana y enseñar con calidad, tanto lo temporal como lo espiritual (el colegio Nocedal es ejemplo y paradigma, de que los niños de menos recursos son tan o más capaces que los otros ¿porqué? Se preguntarán algunos, pues porque la división entre clases es artificial, todos somos seres humanos; la única distinción viene dada por los estímulos, de ahí que sea importante el rol del Estado y llene el país de colegios como el Nocedal, - institución Católica).
5.- Una vez normalizado lo anterior (y perdón si suena mal, pero no estamos por lo políticamente correcto), el profesor debe asumir en su seno una posición social importante y, por ende, vestir y asearse en consecuencia, ya no más profesores desgarbados, sino intachables maestros.
Tomás Díaz Hormazábal
Presidente Juventud Movimiento Unitario Nacional, hijo de Profesora.
miércoles, 17 de junio de 2009
Otra más sobre la crisis en la educación
Publicado por Tomás A. Díaz H. en 21:42
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