En reportaje aparecido en diario La Tercera, gracias a un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo, aparece una cifra que llena de esperanza el futuro de nuestro país:
"200.000 nuevas mujeres en los últimos dos años en Chile califican como emprendedoras".
Sin embargo que impotencia se siente al ver que todas esas mujeres emprendedoras, esforzadas y tenaces tienen que sortear además de todos los azares de la actividad económica, a la pésima política fiscal del Gobierno, que se empeña en regular y regular cortándole las alas a la iniciativa privada.
Existe una política tributaria horrorosa, gracias a la cual no se favorecen las inversiones y las pymes no encuentran mecanismos de ayuda.
El Gobierno se empeña, por otro lado, en sostener la rigidez laboral gracias a su espíritu estatista e interventor. Así, lo único que consigue es deprimir más y más el mercado laboral.
Además el gobierno y su filosofía que reduce a la persona denigrándola en dignidad sólo consigue una renuencia frente al esfuerzo individual. Eso se consigue convenciendo a la gente que todo debe ser regalado. Decir salud gratis, educación gratis, etc suena enormemente popular, pero salvo que de paso implique una altísima carga tributaria no es más que populismo.
Con la nefasta política en educación no permite el acceso a conocimientos básicos. Así el estudio demuestra que estas mujeres tienen sólo un promedio de 11,8 años de escolaridad (frente al 10,7 de los hombres). Peor aún, los modelos de subvención proyectados siguen obedeciendo al estatismo que coarta la libertad.
Por otro lado, intenta mediante las llamadas discriminaciones positivas favorecer la posición de la mujer, logrando el efecto contrario. Lo anterior es lógico, cualquier discriminación en mala si lo que necesita el mercado es transparencia y reglas claras.
Tampoco ha demostrado el gobierno una postura fuerte frente a casos de abuso de posición preponderante.
En fin, no pretendo más que entregar luces, ya que ir al fondo tomaría muchas páginas. Pero con éstas luces espero por un lado destacar la increíble labor de todas estas mujeres, que a la fecha suman casi 800.000 y, por otro, desenmascarar la pauperrima labor que nuestros gobiernos democráticos han desarrollado en lo económico.
Dato importante. El rol de la familia es imprescindible frente al emprendimiento. Ya lo hemos mencionado antes en otros artículos, sin embargo repetimos, ¿qué mayor motivación puede tener una persona que su propia familia para surgir?. El estudio demuestra que el 62% de las emprendedoras en nivel inicial están casadas o dentro de una relación de pareja estable, así como el 67,5% de las emprendedoras establecidas.
Lo anterior no puede ser de mayor lógica. Una mujer (al igual que un hombre, pero en este caso el matrimonio entrega mayor certeza) que tiene el anhelo y necesidad de educar a sus hijos para hacerlos hombres de bien y que además cuenta con el apoyo de su marido y consorte, de modo que ambos se potencien, logrará necesariamente gracias a su tesón los niveles de prosperidad que le permitan su esfuerzo y conocimientos.
Tomás A. Díaz H.
Presidente Juventud Muna
foto: www.eleconomista.es
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