Declaración de principios: por la protección de la vida.

Aunque el Movimiento Unitario Nacional no adscriba ni a la diestra ni a la siniestra, en virtud de nuestro afán patriótico, si podemos reconocer que dentro de aquellos bloques transversales se encuentran personas de bien y honor.

Sin embargo, el bien y el honor para nosotros debe ir acompañado de una profunda aspiración de justicia y respeto por la vida. Es tal, que no nos basta un gran desempeño administrativo si no se tiene como premisa el respeto a éste don tan preciado que nos obsequia el Creador.

Es en este sentido que lamentamos profundamente las declaraciones de la señora candidata a alcalde por Viña del Mar, doña Virginia Reginato B. a un diario local, ya que en ella quien habíamos depositado nuestra confianza como buena administradora, pero que sin embargo, nos ha decepcionado al permitir que se distribuya bajo su administración el fármaco abortivo “píldora del día después”.

Una persona no es sólo buena o mala, sino que se presenta matizada, como si las arugas del tiempo labraran caminos por los que se pueda decidir transitar. Y aquí que hay alguien a quien no le reprochamos maldad, sino un gran corazón de servicio y superación personal, pero, que sin embargo, sostiene e impulsa un profundo error en cuanto concierne a la vida: por tanto inadmisible e insoslayable.

Esperamos de todo corazón que pueda recapacitar ya que de otra forma estamos seguros de que perderá gran apoyo ciudadano, desde luego, incluido el nuestro.

Tomás A. Díaz Hormazábal
Presidente Juventud Muna

Referencias:
Postulado n° 6: “Estando nuestros principios enmarcados en los valores del Orden Natural y de la cultura Cristiano Occidental, reconocemos en la persona humana los derechos inherentes a su naturaleza trascendente… …Priorizamos la protección de la vida desde su concepción hasta su término natural…”
Postulado n° 14: “Reconocemos al cristianismo como parte determinante de la identidad y tradición chilena y que ilumina los principios de nuestro partido… …Nunca estaremos dispuestos a relativizar o consensuar dichos principios para alcanzar objetivos políticos. Nuestro actuar estará conforme a lo moralmente correcto, entendiendo por moral el código de conducta impreso en el corazón del hombre.”