Caso Farmacias

Subsecretaria de Salud por alza de precios en farmacias: "Necesitamos un Estado fuerte y regulatorio que nos permita tener herramientas para que estas cosas no ocurran".
Jeanette Vega dijo no creer en la autorregulación de las grandes cadenas farmacéuticas.

Pues le creo profundamente a la señora Vega, pues es un discurso a tono con las ideas liberticidas y estatistas de la izquierda gobernante.

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Sin embargo el problema de la auto regulación para Chile no pasa precisamente por que deba regularse gracias a un Estado fuerte, sino todo lo contrario, es la sociedad civil la que tiene que olvidarse de una vez por todas del “papi fisco”.

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Pululan en el blog de la tercera con motivo de éste artículo comentarios neo socialistas en el sentido de agrandar la maquinaria estatal. Nada más equivocado, igual que la señora Vega.
Las herramientas de fiscalización y control están dadas por el DL 211 de 1973 (a diferencia de la Sherman Act de Estados Unidos de 1890), normativa que ha sido modificada en varias oportunidades. Pero mucho más importante es la conciencia ciudadana de no tolerar situaciones injustas y así, si se cree que están mal los precios cobrados por las farmacias debe ser la sociedad civil organizada la que tome cartas en el asunto.

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Sin embargo, en el caso farmacias, la cosa huele mucho a Cartel por lo que el tribunal de la Libre Competencia debería tomar cartas en el asunto para asegurar precisamente “la competencia”, de ahí que el Gobierno no necesite herramientas para que estas cosas no ocurran ya que nuestros Tribunales de Justicia ya cuentan con medidas para tomar.

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Toda la idea del Estado fuerte y regulador no son más que resabios de toda la doctrina socialista marxista amante del Estado y fiel creyente de que es la última chupada del mate: archireconocidamente falso.

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Como dijimos, la autoregulación no depende por definición de la actitud del Estado, ya que es expresión de la sociedad libre pero informada y consciente de la defensa de los derechos. Así, una buena medida que podría tomar un estado garante y subsidiario de la Libertad Individual sería incorporar en los planes de estudio escolar el respeto por el valor del hombre, especialmente el valor que estrega el seguir la enseñanza Cristiana. Otra alternativa de regulación positiva sería que dentro del mismo marco (o reglas del juego) se incorpore la facultad de fijar sanciones pecuniarias ejemplificadoras y disuasivas de cualquier intento de ataque contra el libre comercio.
Sin embargo, tenemos un Estado que lo único con que sueña es con monopolizar la producción empleando cuanta verborrea que suene bonito para los intereses de los partidos y de los gremios.

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En resumen, manifestamos nuestra total disconformidad con los dichos de la señora subsecretario de salud, que en vez de demostrar su visión totalitaria debería pensar en políticas públicas de verdad en materia de salud, como por ejemplo abrir el debate frente a la eliminación definitiva de la píldora abortiva o como revisar la salud deficiente de nuestro país, especialmente frente a los niños y los ancianos.

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Tomás Díaz H.
Pte. Nacional Juventud Muna

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Fuente: www.latercera.com