domingo, 14 de diciembre de 2008

Insulza presidenciable, sepa ud.

"Hay una serie de cosas que me gustaría cambiar en Chile", se titula un reportaje que se le hace al pre candidato Insulza en su sitio web. Comentemos lo más importante.

Mayor gasto en educación: Me parece perfecto que se pretenda inyectar más recursos a la educación tan deprimida en Chile. Lo malo es que se dice incentivar la educación pública, cuando en verdad se quiere decir educación estatal, lo que desde ya supone un atentado a la libertad de las personas que no podrán elegir libremente los colegios de sus hijos.

"Transporte público (estatal) con más participación estatal". Es imposible pensar en una participación e intervención más grande que frente al Transantiago, un fiasco que día a día se burla de todos los santiaguinos. Pero como todo burócrata, el sr. Insulza seguramente no tiene idea de lo privilegiados que son los capitalinos frente a sus compatriotas de región. En vez de andar intentando intervenir el transporte, le sugeriría al sr. Candidato incentivar el emprendimiento sin trabas, para que el empresario, bajo las leyes del mercado, esté en posición de dar un sueldo justo a sus trabajadores.

"Es una vergüenza que haya 3 millones de chilenos que no estén inscritos en los registros electorales". Acaso no ve el sr. Pre candidato un signo de que algo anda mal en su rubro, y en vez de avergonzarse de su electorado, ¿porqué no hace una autocrítica a la nefasta gestión de su conglomerado?.

"Sueño con una AFP del Banco Estado, para regular un poquito el mercado". No merece mayor opinión, saqué Ud. mismo las conclusiones. Plop!

Le preguntan: ¿cómo sabe si a los jóvenes les gustan, o no, esos sueños suyos?, a lo que responde que si, seguido de una reflexión sobre la píldora: “que no debería estar terminado”, “como que ya nos hubiéramos conformado con que hay píldoras en todas las farmacias del barrio alto, y no puede haber en los consultorios populares”. De nuevo le sale el popular en vez de Estatal. Es muy propio de los progres pensar que todo lo juvenil viene de la cintura para abajo y no dice nada con respecto al deporte, a la cultura, a las oportunidades, a las drogas, no, sólo se refiere a la píldora abortiva. Mal signo de respeto a lo fallado constitucionalmente, pésima demostración de resentimiento falso y de clasismo, o no sabrá el distinguido pre candidato que la famosa píldora vale lo que cuesta una promo de pisco con cola.

Finalmente, la guinda de la torta, lógica y coherente: “soy muy enemigo del aborto voluntario y libre, salvo en casos especiales como el aborto terapéutico”. Desde ya sabemos que es muy enemigo de cualquier otra cosa que huela a libre y voluntario, como buen burócrata y progre que es, pero no nos engañemos con la calificación terapéutica del aborto. El aborto terapéutico no existe, si existe, tal como en Esparta, cuando tiraban al vacio a los niños nacidos con down, acto tan cobarde e inmoral como matar a niños no natos con down. Lo que la gente asocia naturalmente al aborto terapéutico es el aborto espontáneo, producido naturalmente cuando el feto es inviable, lo otro es asesinato.

Luego, como era de esperar, ataca a la Iglesia Católica al decir: “Sueño con terminar con la discriminación, ¿cómo puede haber colegios que reciben la subvención escolar y después piden certificado de bautizo?”, Propio y característico de los progre atacar a la fe de la gran mayoría de los chilenos personificada en su institución temporal, con un descaro y prepotencia inaudito.

Así, en resumen, le deseo el mismo éxito que al sr. Teillier en sus ambiciones presidenciales, esperando que el pueblo también, ya que, pidiendo disculpas por la franqueza - pero me imagino defendido por la supuesta pluralidad y libertad de expresión del régimen democrático – encuentro que sería nefasto un nuevo gobierno de izquierda.
Si, una de las cosas que me gustaría cambiar de Chile es la progresía que corroe día a día los cimientos de nuestra patria.

Tomás Díaz H.
Pte. Nacional Juventud Muna.

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